5 claves para que tu página web sea la primera de Google
Aparecer en los primeros resultados de búsqueda es la panacea de cualquier negocio que tenga una página web a través de la cual vende sus productos o servicios. Desde que hace ya unos quince años los primeros especialistas en SEO se pusieron las manos a la obra para descubrir cómo ocupar esas deseadas posiciones, la competencia ha crecido de manera exponencial.
Lo que antes era sencillo, ahora parece misión imposible. Aunque todo hace pensar que hay algunas webs muy potentes que son imposibles de desbancar, lo cierto es que existen algunas claves para posicionar un negocio por diferentes términos de búsqueda y así aumentar las ventas. Si bien esto es algo muchas empresas de marketing y publicidad ofrecen, solo algunas lo hacen de manera correcta, legal y efectiva.
¡Recuerda! El 90% de los usuarios no pasa de la primera página de resultados de Google, así que si quieres posicionar tienes que llevar a cabo algunas buenas prácticas fundamentales. A continuación te dejamos 5 claves.
Contenido de calidad
Esto es lo primero a lo que tienes que prestar atención. Una web es 80% contenido. El diseño, la usabilidad, etc. son muy importantes, pero si no tienes contenido de calidad, difícilmente vas a conseguir posicionar en ningún sitio. Crea URLs que hablen de un contenido único, de una respuesta que pueda estar buscando el usuario. Por ejemplo, si tienes una web de lácteos y varias pestañas con, por ejemplo, yogures, leche, queso, cuajada, no pretendas posicionar tu home por todos los productos. En tu página principal incluye al menos seis párrafos que hablen de tu tienda, de la calidad, de la experiencia, de la ubicación, etc.
Utiliza sinónimos, porque además de hacer la lectura más sencilla, estás indicándole a Google que hablas de todo eso y te posicionará por tu servicio lo busquen como lo busquen los usuarios. En cada uno de los productos ya tendrás espacio para hablar sobre ellos y profundizar. Así evitarás un error habitual: la canibalización, que consiste en repetir contenido en dos URLs diferentes de manera que un porcentaje muy alto es igual. Esto Google lo penaliza.
Y por último, escribe. Si no generas contenido, tendrás páginas de Thin Content que no posicionan, algo que nadie quiere para su sitio web.
Velocidad
Si piensas que el motivo por el que tu página web carga despacio se debe a una mala conexión a internet, es posible que te equivoques. Comprueba cuál es la velocidad de carga de tu web en distintos dispositivos y ubicaciones o utiliza la siguiente herramienta de Google: PageSpeed Insights. De esta manera podrás comprobar si es muy lenta. Ten en cuenta que más de 1 segundo de carga ya empieza a ser síntoma de que algo falla.
La velocidad es clave para tener una buena puntuación SEO de cara a Google, ya que una web lenta perjudica la experiencia de usuario y esto tienen penalización. Así que puedes hacer varias cosas: optimiza el tamaño de tus imágenes reduciendo peso, no cargues las URLs de demasiados diseños, sliders etc. Busca el equilibrio. O si no, busca un técnico.
Adaptable a móvil
Relacionado con el punto anterior, es importante que tu web se adapte a móvil, es decir, que sea responsive. Es un error bastante habitual y que hoy ya es imperdonable. Cuando construyes una web en formato desktop, es decir, para pantallas de ordenador, no debes olvidarte de adaptar los contenidos a las pantallas del móvil. Ten en cuenta que el 80% del tráfico para la gran mayoría de webs proviene del móvil, por lo que si no se adapta… ¡exacto! Google te penalizará.
Por tanto, utiliza diseños que se adapten a todos los formatos y pon especial atención al móvil. Recuerda, mobile first.
Enlaces internos
Enlaza internamente tu contenido. De esta manera, si a Google no le ha quedado claro qué contenido hay en cada página y que debe posicionar por este, te ayudarás de tus otras URLs para hacerlo. Es decir, siguiendo con el ejemplo que mencionábamos anteriormente de los lácteos, un ejemplo sería enlazar la página de yogures desde la de quesos, escribiendo en el texto del enlace “yogures de gran calidad”. Por ejemplo. Genera enlaces internos hacia las URLs que más tráfico tengan para potenciar ese crecimiento.
Enlaces externos
Este es el último punto pero no menos importante. Todos los enlaces externos que apunten hacia tu web te estarán pasando autoridad. Es decir, si una web que hable sobre alimentos te enlaza, te pasará DR. Ahora bien, es importante que exista cierta relación semántica entre la página de origen y la de destino. Por ejemplo, si te enlazan desde una página de coches hacia la tuya de lácteos, Google entenderá que no es relevante. Si esta práctica se repite, entenderá que lo estás forzando tú y te penalizará.
Así que si vas a llegar a acuerdos de enlazado con otras webs, asegúrate de que exista cierta relación semántica (y que además esa web no es spam).
Empieza a aplicar estos consejos y verás cómo mejoran tus resultados. Ahora bien, si crees que exceden de tus conocimientos, te recomendamos que te pongas en contacto con una buena agencia SEO en Madrid, donde están las más especializadas, para que desarrolle e implemente tu estrategia de posicionamiento.