Valor añadido, también el sector inmobiliario
¿Qué pasa si, junto con la operación más rentable, el mejor servicio y la más alta calidad, tus clientes empiezan a demandar un nuevo “algo diferente”? Pues tienes que estar preparado para cumplir su petición con la mejor respuesta, tu valor añadido.
Un valor que diferencie tu marca, que te haga único y que debe perfilarte como un referente en el modelo de negocio, que no solo te confirme como un gran profesional en el negocio inmobiliario, sino también como un fiel representante de los valores, la ética y compromiso.
La responsabilidad social corporativa, también ha llegado al sector inmobiliario. Una responsabilidad que poco a poco se vuelve decisiva cuando nuestros clientes nos eligen. La creciente conciencia de la sociedad sobre los desafíos y problemas actuales, tanto locales como globales, despierta cada vez más un conjunto de nuevos requerimientos que influyen seriamente en las razones que pueden impulsar a un cliente a elegirnos entre otras opciones. Vivimos en una situación de constante renovación y cambios vertiginosos en los hábitos de nuestros clientes, en la que la RSC juega un papel importante para garantizar el éxito y la sostenibilidad de las empresas, por lo que no debe presentarse como un cambio drástico de modelo de negocio, una simple declaración. de voluntad, sino una base sólida de desarrollo y proyección sobre la que se sustentan todas las estrategias y políticas de nuestra organización.
A pesar de todo esto, muchas empresas se comprometen a reafirmar el compromiso con sus grupos de interés desarrollando su propia hoja de ruta de RSC, convirtiéndose en actores clave en la construcción de sociedades y presentándose así como fieles compañeros en el viaje para crear nuestras ciudades del futuro.Cuando hablamos de ciudades, hablamos de progreso, pero también de los muchos desafíos que amenazan su crecimiento sostenible. Con más del 80% de la población española viviendo en ciudades, debemos prestar especial atención a los factores clave de la sostenibilidad urbana, como son: La promoción de ciudades resilientes, organizadas, inclusivas y neutras en carbono elevará el nivel de vida de las personas, impulsará el desarrollo económico y abordará las desigualdades sociales.
Este es el mejor momento para entender que adherirse a un código ético basado en la honestidad y la transparencia, integrar las políticas de sostenibilidad y medioambiente, y asentar con firmeza nuestro compromiso con la acción social acerca a nuestras organizaciones a un modelo ganar-ganar aporta la triple dimensión donde todos están un ganador.