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Casas pasivas

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Casa pasiva

Es probable que no haya oído el término casa pasiva o “Passivhaus” pero son el futuro de la vivienda. La necesidad de aumentar la sostenibilidad de las viviendas ha puesto estos términos a la vanguardia de la inmobiliaria.

¿Qué es una casa pasiva?

Una casa pasiva, casa solar pasiva o hábitat pasivo, es un tipo de construcción o de casa en la que se usan los recursos de la arquitectura bioclimática combinados con una eficiencia energética que se encuentra muy por encima de la forma de construcción tradicional.

Este tipo de casas poseen un consumo energético muy pequeño y que mantienen, durante todo el año, una temperatura ambiente confortable sin la aplicación de la calefacción convencional.

El término “pasivo” se utiliza para definir el principio de captación, almacenamiento y distribución que puede funcionar solo, sin necesidad de un aporte energético exterior.

En este tipo de viviendas se hace prácticamente innecesaria la presencia de sistemas activos de calefacción, debido a que se surte del calor del sol, del generado por los propios ocupantes de la casa y los dispositivos domésticos, y del recuperado del aire de desecho. Ésto se consigue gracia a una serie de componentes pasivos, como las ventanas o un buen aislamiento.

El concepto PassivHaus

El término PassivHaus se desarrolló en Alemania en los años ochenta y constituye una evolución de las casas de bajo consumo energético.

Gracias a una excelente calidad térmica de los materiales de cerramiento del edificio (paredes, ventanas y puertas), al uso de las fuentes de calor internas (procedentes de los dispositivos eléctricos que normalmente se usan en los hogares) y a la minimización de las pérdidas de ventilación con un sistema controlado con recuperación de calor, la vivienda pasiva no precisa casi de sistemas de climatización. Este tipo de viviendas tiene una demanda en calefacción por debajo de los kWh/m2 al año, un 90% menos de la media.

Principios de las casas pasivas

Casa pasiva

Clima y confort

Todo inmueble tiene como objetivo cobijar y proteger del ambiente exterior gracias a la creación de un clima interior. Cuando las condiciones del exterior impiden el confort del espacio interior se recurre a sistemas de calefacción o refrigeración.

Dentro de esta búsqueda de confort y el ahorro de energía, se emplean sistemas de aislamiento térmico. Sin embargo, la conservación de energía implica aislarnos del exterior. Gracias a un diseño pasivo se busca abrir el edificio al exterior de manera tal que pueda conseguirse un acondicionamiento natural.

La base de todo diseño ambientalmente consciente que quiera tener la mayor eficacia es una respuesta adecuada a los inconvenientes y a las ventajas del clima del lugar. Si queremos construir una vivienda en un clima moderado, deberíamos tener en cuenta aspectos como el valor U, que es el coeficiente de transferencia de calor general. Para minimizar el exceso de calor que se da en verano, se debe planear el uso de la ventilación natural por la noche y la creación de zonas de sombra.

Sistemas solares pasivos

Los sistemas solares pasivos se usan de forma principal para captar y acumular el calor proveniente de la energía solar. Se les denomina sistemas pasivos porque no se usan otros dispositivos electromecánicos para recircular el calor. Esto sucede por principios físicos básicos como la conducción, radiación y convección del calor.

Existen diferentes tipos de sistemas solares pasivos que podemos encontrar en una casa pasiva:

  • Ganancia directa
  • Muro de acumulación no ventilado
  • Muro de acumulación ventilado
  • Invernadero adosado
  • Techo de acumulación de calor
  • Captación solar y acumulación calor