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Tres errores comunes que debes evitar en la planificación financiera

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finanzas

Uno de los grandes mitos de la inversión es que hace falta tener mucho dinero ahorrado para empezar. Nada más alejado de la realidad. Invertir ya no es algo exclusivo para personas con grandes patrimonios. Hoy en día todos podemos empezar a invertir con cantidades pequeñas de dinero en productos financieros adecuados a nuestro perfil de riesgo. Tampoco hace falta disponer de 50.000 € para contar con un experto a tu lado que te ayude a crear un plan financiero a medida.

El inversor que está dando sus primeros pasos puede cometer errores comunes en su planificación financiera si posee escasos conocimientos sobre este tema o si no tiene a un experto que le ayude. En este artículo analizaremos los errores más comunes a la hora de planificar tu dinero y qué debes hacer para evitarlos.

Primer error: No tener un Planificador Financiero personal

Este es uno de los errores más comunes. Es muy típico creer que el comercial de la sucursal del banco o algún familiar/amigo que trabaja como agente en una aseguradora puede ayudarnos. No obstante, en la mayoría de los casos no es así ya que ofrecen productos que no se adaptan a tu situación y por tanto no quedan cubiertos sus objetivos reales. Algunos casos concretos pueden ser clientes que han contratado productos estructurados o planes de pensiones sin conocer las características en cuanto a fiscalidad, rentabilidad o liquidez porque se lo recomendaron en su sucursal de banco. También sucede que muchas personas contratan hipotecas cuyas cláusulas desconocen, error que arrastrarán durante toda la vida del préstamo pudiendo ser de hasta 40 años. Inclusive hay personas con productos contratados de los cuales no conocen a que están referenciados, es decir, en qué activos invierten.

Ahora mismo los bancos no nos darán nada por los depósitos. De hecho, incluso para cantidades mayores a la que nosotros vamos a invertir, lo que hacen es cobrar por guardar el dinero, de manera que no es buena idea dejarles nuestro dinero.

Por eso, el planificador financiero nos orientará sobre cuál es la mejor inversión, teniendo en cuenta nuestra edad, qué riesgo estamos dispuestos a asumir, si vamos a necesitar ese dinero para una urgencia, etc.

El experto no nos puede garantizar que vamos a obtener una rentabilidad determinada con una inversión, pero sí que nos va a ayudar a que no perdamos el 100 % del dinero, que es lo que les pasa a muchas personas que entran a comprar productos que ni siquiera entienden cómo funcionan. El dinero cuesta mucho ganarlo y ahorrarlo, de forma que hay que dejarse orientar por un planificador financiero independiente y objetivo para no cometer este tipo de errores.

Segundo error: Ahorrar e invertir solo para un objetivo

Al momento de planificar nuestras finanzas, cobra gran importancia conocer necesidades vitales y determinar cuáles son nuestros objetivos y metas personales. Una vez que hagan justos tu diagnóstico financiero, el planificado elaborará un plan a media para que ahorres y logres obtener una alta rentabilidad para tu dinero, según tu nivel de riesgo.

El primer paso es conocer tu punto de partida financiero y tus objetivos vitales, lo que quieres conseguir para tu ti y tu dinero. Entre ellos, lo más comunes son:

  • Tranquilidad y Seguridad
  • Seguir tus sueños (viajar, emprender, año sabático)
  • Conseguir tu jubilación dorada
  • Educación para ti o tu familia
  • Comprar una casa

Es fundamental definir bien los objetivos perseguidos y su prioridad, así como establecer plazos para alcanzar dichos objetivos. Es normal que a lo largo de los años surjan nuevos objetivos o cambian los iniciales, por eso es importante contar con un Planificador Financiero que te acompañe durante toda la vida.

Tercer error: Elegir mal el producto

El último error más común es elegir mal el producto o herramienta de inversión en el que depositas tu dinero para conseguir los objetivos. Ninguno de nosotros quiere que esa inversión se pierda por “meterla” en un mal producto que nos deja igual que al principio.

A pesar de que hay muchas personas que ya tienen adquirido el importante hábito de ahorrar, el error más común es la mala elección de la herramienta de ahorro debido a la falta de conocimiento sobre los distintos productos disponibles en el mercado. Para ir a cualquier sitio tu puedes escoger varios medios de transporte. Todos te llevarán allí, pero la diferencia estará en lo que cada uno me aporta. Si escojo ir andando el esfuerzo será mayor y por el contario, si decido ir en coche mi camino será más fácil y cómodo.

Lo mismo ocurre con las herramientas de ahorro. Si el objetivo es ahorrar a largo plazo puedo utilizar una cuenta corriente, lo que me supondrá un mayor esfuerzo y tiempo (por su menor rentabilidad). Otra opción sería utilizar un producto diseñado especialmente para ese fin que me permita aprovecharme de las ventajas que me ofrece como puede ser un PIAS o Unit Linked, por ejemplo.